La escasez de precipitaciones durante el invierno pasado ha provocado una notable disminución de agua en los acuíferos de Tenerife. Las balsas del Norte de la isla apenas llegan al 28% de su capacidad de embalse, lo que está imposibilitando el suministro de agua a los agricultores de las zonas de medianías y el consiguiente abandono de tierras y de cultivos.
El agricultor tradicional de las zonas de medianías del norte de Tenerife ya no puede aguantar más penurias. El paulatino abandono de tierras y cultivos tradicionales, como la papa y otras hortalizas, ha sido forzado bien por la entrada de plagas y enfermedades foráneas imposibles de erradicar, bien por los vientos huracanados que han devastado cultivos en plena fase vegetativa, bien por un golpe de calor, etc., y ahora es el agua la que no llega a las fincas.
El agricultor tradicional de las zonas de medianías del norte de Tenerife ya no puede aguantar más penurias. El paulatino abandono de tierras y cultivos tradicionales, como la papa y otras hortalizas, ha sido forzado bien por la entrada de plagas y enfermedades foráneas imposibles de erradicar, bien por los vientos huracanados que han devastado cultivos en plena fase vegetativa, bien por un golpe de calor, etc., y ahora es el agua la que no llega a las fincas.