
El agricultor tradicional de las zonas de medianías del norte de Tenerife ya no puede aguantar más penurias. El paulatino abandono de tierras y cultivos tradicionales, como la papa y otras hortalizas, ha sido forzado bien por la entrada de plagas y enfermedades foráneas imposibles de erradicar, bien por los vientos huracanados que han devastado cultivos en plena fase vegetativa, bien por un golpe de calor, etc., y ahora es el agua la que no llega a las fincas.