Según el experto en derechos humanos, la declaración emitida al término de esa reunión fue 'minimalista' y hubo 'ambigüedad' sobre el modelo agrícola que debe aplicarse para revertir la crisis causada por los precios récord de varios alimentos básicos y la reducción a niveles históricamente bajos de las reservas mundiales.Se calcula que la demanda de productos agrícolas aumenta a un ritmo del 5 por ciento al año (debido al crecimiento demográfico y a la modificación de hábitos alimentarios en algunos países de gran tamaño), mientras que el abastecimiento sólo aumenta el 3 por ciento.Luego de haber expuesto sobre esta cuestión en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, De Shutter dijo a los periodistas que en la reunión de Roma se omitió abordar la influencia que han tenido las inversiones especulativas en la creación de 'una burbuja (alimentaria) totalmente desconectada de la economía real'.Asimismo, dijo que no se mencionó el rol de las multinacionales vinculadas a la agricultura en esta situación, pese a tratarse de uno de 'los pocos sectores en el que se compran los insumos a precios de minorista, pero la producción se vende a precios al por mayor'.'Las grandes compañías venden a los agricultores semillas, fertilizantes e insecticidas, que están protegidos por derechos de propiedad intelectual, pero los productores tienen que vender al precio que les dictan las multinacionales', explicó.'Estamos ante un desequilibrio de poder entre la cadena de producción y la de distribución', pese a que 500 millones de hogares o 2.000 millones de personas dependen de la primera, recalcó el relator.