Los agricultores del sector de cereal tienen pocas esperanzas de tener una buena cosecha de las variedades de invierno. Así, en las zonas de secano de Lleida, de algunos campos de la Segarra y l’Urgell, los cerealistas prevén una producción mínima ante las perspectivas de que no se produzcan precipitaciones.
Además, si las lluvias siguen sin aparecer se corre el riesgo de que existan restricciones para el consumo agrícola. Ante la falta de agua, el cereal no está creciendo correctamente ni se desarrolla el grano. Además, los abonos tampoco hacen su función, aseguraron desde Unió de Pagesos.