Marruecos está desarrollando una agricultura basada "en la inversión extranjera y en la explotación de mano de obra a niveles de subsistencia, y con una producción orientada a los mercados exteriores que no es capaz de atender las necesidades alimenticias de la población local".Frente a la apertura del mercado comunitario, Pozancos ha criticado, respecto a terceros países, el "cinismo" de las declaraciones a favor de la liberación cuando en la práctica los exportadores se encuentran con "barreras no arancelarias que son imposibles de salvar".
"Si se hiciera un análisis de costes de lo que se ha gastado en la apertura teórica de determinados mercados y lo que se ha vendido, encontraríamos que el peso de los expedientes representa más que el volumen de las frutas vendidas", ha añadido.
Esta situación, ha señalado, se extiende desde el mercado americano a los de Extremo Oriente, ya que "la Comisión se ha mostrado absolutamente incapaz" a la hora de abrir las barreras impuestas por terceros países.
No obstante, ha destacado que en la actualidad "están funcionando bien" los mercados del este de Europa, con Rusia en primer lugar.
Para mantener la competitividad de las frutas y hortalizas españolas en el mercado global, tanto respecto a los productores comunitarios como a los de terceros países, Pozancos ha destacado la necesidad de ir a "un nuevo modelo de explotación mucho más intensiva en capital".