
A pesar de todas las charlas y de todo lo que se ha hablado acerca del cambio climático, los esfuerzos globales para reducir las emisiones de CO2 no han sido -por el momento- lo suficientemente exitosos para detener sus posibles efectos nocivos.
"No hay ningún escenario creíble de emisiones en la que la temperatura global alcanzará su máximo y comenzará su declive para 2100", afirma el informe Geoingeniería del clima: ciencia, gobernanza e incertidumbre, publicado el año pasado por la Royal Society del Reino Unido.