Tener restos de sustancias químicas en la sangre durante la gestación aumenta el riesgo de que el bebé tenga sobrepeso u obesidad en la etapa adulta.
La presencia de ciertos productos químicos en la sangre de las gestantes, como el subproducto DDE derivado del pesticida DDT, cuyo uso en la agricultura se prohibió en 1997 pero que tiene una vida media de 20 años, se ha relacionado por primera vez con el crecimiento acelerado y el desarrollo de obesidad en bebés durante sus primeros meses de vida. Las madres con peso normal y niveles altos de DDE tienen el doble de riesgo de tener hijos con un desarrollo rápido durante los primeros seis meses y cinco veces más riesgo de que sus bebés tengan sobrepeso a los 14 meses. No obstante, todavía se desconoce cómo contrarrestar este crecimiento y el posterior incremento de peso.
La presencia de ciertos productos químicos en la sangre de las gestantes, como el subproducto DDE derivado del pesticida DDT, cuyo uso en la agricultura se prohibió en 1997 pero que tiene una vida media de 20 años, se ha relacionado por primera vez con el crecimiento acelerado y el desarrollo de obesidad en bebés durante sus primeros meses de vida. Las madres con peso normal y niveles altos de DDE tienen el doble de riesgo de tener hijos con un desarrollo rápido durante los primeros seis meses y cinco veces más riesgo de que sus bebés tengan sobrepeso a los 14 meses. No obstante, todavía se desconoce cómo contrarrestar este crecimiento y el posterior incremento de peso.