
Para colmo, pretenden ocupar tierras tradicionales de cultivo como son las de Nisdafe. Estamos hablando de las tierras de mayor producción agrícola de la Isla, que deberían ser aprovechadas para garantizar nuestro sustento en una acertada política de desarrollo sostenible. Unas tierras que antaño eran guardadas con recelo por dos grandes señores de La Villa, las cuales solamente atravesaba un muro dividiéndolas por la mitad. Mucho tuvieron que sudar en Cuba y Venezuela nuestros abuelos para poder acceder a un pedacito de ellas, dándole finalmente el aspecto de cercados que tienen en la actualidad. Toda esa agua que les faltó a nuestros abuelos para hacer de nuestra isla el granero de Canarias la quiere emplear estos mangantes en mantener un Campo de Golf.