
Las autoridades marroquíes reconocen que, hasta el 9 de septiembre, habían resultado contagiadas un total de 178 explotaciones ganaderas y que la enfermedad afectó a 4.462 animales.
De un total de una cabaña ovina y caprina de unos 22 millones de cabezas, la enfermedad ha causado la muerte de 2.130, según los datos oficiales.
Según alertó la FAO en su comunicado del martes, el brote detectado en Marruecos "amenaza con exterminar a millones de ovejas y cabras" y supone un riesgo para otros países, entre ellos España. La enfermedad se transmite a través del contacto entre los animales y, según los datos de la FAO, en Marruecos hubo un total de 133 brotes en 29 provincias. Esta enfermedad, en su forma más grave, presenta fiebre alta, secreciones en los ojos y las fosas nasales, llagas en la boca, lesiones necróticas en las membranas mucosas, dificultades respiratorias y diarrea, según la FAO.