El índice de precios de alimentos recopilados por el FMI muestra una duplicación desde 2003. Para explicar este fenómeno se argumenta que estas subas se originan en una mayor demanda mundial derivada de la incorporación de centenares de millones de personas al proceso productivo, lo que lleva a que eleven su consumo de alimentos y a una mayor demanda de proteínas animales. El economista Ricardo Arriazu explicó en un matutino local que el caso de China es uno de los más dramáticos, puesto que la inflación se elevó en pocos meses del 2,2 al 8,7%, aceleración explicada primordialmente por un incremento superior al 23% en el precio de los alimentos.Sin embargo, destaca que el incremento de la demanda no es el único factor a tener en cuenta, sino que hay otros como:
El estancamiento de la producción mundial de cereales y oleaginosas entre 1996 y 2003
La creciente demanda de maíz destinado a la producción de biocombustibles
La devaluación del dólar, que, al elevar los niveles de ingresos mundiales medidos en esa moneda, eleva los precios mundiales
Y la compra de productos primarios por parte de fondos especializados como forma de protección contra la inflación.
El estancamiento de la producción mundial de cereales y oleaginosas entre 1996 y 2003
La creciente demanda de maíz destinado a la producción de biocombustibles
La devaluación del dólar, que, al elevar los niveles de ingresos mundiales medidos en esa moneda, eleva los precios mundiales
Y la compra de productos primarios por parte de fondos especializados como forma de protección contra la inflación.