
Una vez marcados en las orejas los animales no identificados o nacidos este año con los conocidos como "golpes", propios de cada pastor, el ganado fue de nuevo liberado en el campo.Este peculiar manejo ganadero tiene un origen prehispánico y se ha mantenido prácticamente sin cambios en los últimos 2.000 años.La organización del evento corre cada año a cargo de la concejalía de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ayuntamiento de Pájara y la Gestora Agropecuaria de la localidad, con la colaboración del Cabildo y los ganaderos del municipio.La apañada comenzó justo a la salida del sol y no se concluyó hasta mediodía, cuando se logró encerrar a todas las cabras en la gambuesa.Para su organización fue fundamental la figura del comisionado, Juan Pérez Viera, personaje emblemático elegido por los propios ganaderos y que coordina y dirige todas las apañadas que se celebran en Pájara.