
El Gobierno de Gloria Magacapal Arroyo pretende asegurar el suministro de arroz a la población filipina mediante el aumento de las importaciones y la persecución, incluso con penas de cárcel, a los comerciantes locales que acuerden los precios. Estas medidas de urgencia han sido tomadas en las últimas semanas ante las altas cotizaciones del arroz y el miedo a que se desaten crisis alimenticias similares a las ya ocurridas en África.
Pero la posición de Filipinas no hace más que aumentar la presión alcista sobre los precios del arroz. Ahora Vietnam, China, Egipto e India, los mayores exportadores de esta materia prima, han recortado sus cotas de exportación para asegurarse el suministro de sus poblaciones locales.