
Para UPA se trata de una "reiterada táctica especulativa" en la cadena de transformación y distribución de determinadas empresas, que de forma "flagrante" siguen utilizando al sector, y "poniendo contra las cuerdas" a los ganaderos, con precios "abusivos que suponen un auténtico varapalo" a las economías de las explotaciones ganaderas familiares de la comunidad autónoma.