Los expertos de la Organización de las Naciones Unidas lo llaman "la tormenta perfecta". No hay una sola causa, y por tanto, no hay una solución sencilla. Los altos precios de los alimentos están ocasionados por una acumulación de factores que han llevado al arroz, el trigo o la soja a precios nunca vistos. Factores sociales, demográficos, políticos e incluso especulativos influyen en lo que ya se define como una crisis mundial de alimentos. Y no se trata de nubarrones pasajeros. La tormenta ha llegado para quedarse.
"Nosotros calculamos que el punto álgido pasará, pero los precios no van a volver a estar en el nivel de antes. Se mantendrán en una meseta bastante alta al menos 10 años", explica José María Sumpsi, subdirector general de la FAO, agencia de alimentación de la ONU. Todos le apoyan: productores, organismos mundiales y ONG están de acuerdo en que las condiciones que han llevado al arroz a valer un 68% más en sólo cuatro meses no son pasajeras. Y estas subidas se verán reflejadas en las facturas del mundo entero.