Un fuerte incremento en la demanda, que obliga a una reducción histórica de los inventarios de granos a nivel mundial, y una ley de energía 2007 expedida por el presidente George W. Bush, que destinará más de 104 millones de toneladas para producción de etanol, impulsaron desde finales de marzo los precios de alimentos y a futuro se prevé que aun con buen clima y cosechas abundantes el abasto mundial continuará deprimido más allá del próximo año.Lo anterior lo cita un estudio de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación —Sagarpa—, el cual refiere: “Los precios de maíz en Chicago han retomado una tendencia alcista, desde el pasado 31 de marzo. La visión de una oferta reducida y una demanda constante en el mercado estadounidense han impulsado las cotizaciones por arriba 255.89 dólares la tonelada.