Exponen que la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) en su reciente informe sobre el Derecho a la Alimentación y la Salud en América Latina sólo considera a 5.2 millones de mexicanos como la población más vulnerable al aumento en los precios de los alimentos, tal vez atendiendo cifras del INEGI, pero la realidad es que casi 30 millones carecen del poder de compra necesario para adquirir los alimentos básicos, y de ellos, 7.1 millones se encuentran en el nivel de indigencia, porque sus ingresos económicos son incluso inferiores a un salario mínimo