El encarecimiento que ha sufrido la carne en Canarias, como consecuencia del recorte las importaciones de Brasil, comienza a tener sus consecuencias. El bolsillo de las familias canarias se ha visto afectado por una subida del 12% de la carne fresca (de producción local, de Península o Europa) y de casi un 150% en el caso de la refrigerada (de Brasil). Sin embargo, las mayores consecuencias se están dando en el sector del turismo del Archipiélago, y en concreto, en la restauración. La gran parte de los restaurantes y hoteles de Canarias han tenido que modificar sus cartas para ajustarlas a los nuevos precios de la carne. El vicepresidente de la Asociación de Importadores de Canarias (Adican), José Manuel Hernández, asegura que en los buffet de muchos hoteles del Archipiélago el solomillo ha sido sustituido por otros cortes de la carne de vacuno más económicos.