Actualmente las palmeras afectadas se concentran en Costa Calma, La Lajita y Caleta de Fuste, además de un pequeño núcleo localizado también en El Cotillo. “Ante ello, ya hemos gestionado con los ayuntamientos de La Oliva, Antigua y Pájara que habiliten un espacio cercano en el que poder enterrar las palmeras que es necesario erradicar porque no hay otra solución. Esto evitaría realizar largos traslados por carretera de las palmeras, con el consiguiente peligro de extensión de la plaga. También se ha visto la necesidad de crear un programa formativo destinado a cualquier vecino interesado, porque la actual Orden de control de la plaga es muy estricta en cuanto al manejo de las palmeras, podas, etc. E igualmente ampliar todavía más los programas destinados a profesionales”, explicó Natalia Évora.