
Durante 2008/09, la estrechez de los suministros mundiales reducirá el empleo de maíz como alimento, y es probable que el ritmo de expansión de la industria del etanol se debilite; por ello se prevé que el consumo mundial de maíz aumente sólo 2%, a 791 millones de toneladas. Aunque los precios altos podrían estimular la producción durante 2009, las reducidas reservas limitarán las posibilidades de cualquier índice más rápido de crecimiento para 2009/10: el pronóstico es de 801 millones de toneladas.