
Los principales quebraderos de cabeza de todos los agricultores de la provincia vienen de la mano del elevado precio de los costes de producción, que se han disparado y han aumentado más del 70% en los dos últimos años. Así, el precio de los fertilizantes ha subido más del 100%, pasando de 30-33 pesetas en 2006 a las 65-70 pesetas que se paga este año. Algo parecido ocurre con el precio del gasóleo, que en 2006 era de 0,638 euros y en el año 2008 ascendió hasta los 0,87 euros, aumentando casi un 40%.Además, los fertilizantes suman más del 50% de los gastos de cultivo de una hectárea de cereal o de otro cultivo. Éste se usa en gran cantidad porque si no la producción sería muy escasa.Después de la mala situación y la agonía que se sucede desde los últimos 15 años, en la que los cereales tenían los precios congelados, o incluso más que eso, con bajadas continuas, parecía que en la cosecha del año pasado, con el boom de los biocarburantes y la demanda de otros países, se abría una puerta a la esperanza en que iba a haber una rentabilidad mayor en todo el secano.