Para evitar la degradación de los suelos es necesario:
• Restituirles, por medio de la fertilización, los nutrientes que van siendo extraídos por las plantas o que son arrastrados por las aguas.
• Evitar las talas y los desmontes desmedidos, así como las quemas, fundamentalmente en las laderas.
• Preparar los surcos, en zonas de alta pendiente, en forma perpendicular a estas, de manera que el agua, al correr, no arrastre el suelo.
• Proporcionar al suelo la cobertura vegetal necesaria para evitar la erosión.
• Evitar la contaminación que provoca el uso indiscriminado de productos químicos en la actividad agrícola.
Fuente: lineaambiental.com
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