Nos encontramos en una encrucijada en la que, además de la crisis energética, coinciden las sequías y el mal reparto del agua potable, el no a la energía nuclear, la quema de grandes extensiones de superficie arbolada, el abandono creciente de la agricultura por la falta de rentabilidad, etc. Otro aspecto de la polémica de la energía es el medioambiental. La deforestación para crear superficie cultivable de especies vegetales energéticas que tradicionalmente han sido y son alimentos, es otro grave problema que complica, desde un punto de vista social, el desarrollo de la producción de carburantes renovables, los conocidos como los combustibles verdes, por ejemplo el biodiesel y el bioetanol. El biodiesel se obtiene actualmente a partir de aceites comestibles de girasol, colza, palma, cacao, etc. El procedimiento químico es muy sencillo. Lo limitante es la materia prima y el problema está en como producirla y en la cantidad suficiente. El bioetanol se produce por fermentación de cereales, esencialmente maíz en E.E.U.U., lo que encarece la producción de piensos.