Estas ayudas europeas a la comercialización del tomate canario (artículo 23 del reglamento 793/2006) se enmarcan en el Programa de Opciones Específicas por la Lejanía y la Insularidad (Poseicán) y pueden llegar a ser de 9 millones de euros al año para una producción de 250.000 toneladas. Sin embargo, durante los dos últimos años, la producción de tomate canario ha disminuido por debajo de las 200.000 toneladas y, al aplicar la regla de 3,6 euros por 100 kilogramos, no alcanza a obtener la ficha total de las ayudas europeas. Motivo por el cual, la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación del Gobierno de Canarias, Pilar Merino, ya transmitió a la comisaria europea del ramo, Mariann Fischer Boel, en el encuentro que ambas mantuvieron el 18 de febrero en Bruselas, la necesidad de desvincular la ficha financiera a la cantidad comercializada con el objetivo de no perder parte del sobre de ayudas cuando la producción desciende. Respecto a lo cual, las fuentes indicaron que los «servicios» del Ejecutivo comunitario «todavía no han llegado a una conclusión sobre la continuación que se dará a esta petición».