Las escasas lluvias registradas la semana anterior resultaron insuficiente para poner fin al clima seco. En muchos lugares, los pastizales están secándose, lo cual perjudica a los ganaderos, sobre todo a los pequeños productores que alimentan sus ganados solo con hierbas que crecen en los campos de pastoreo. Asimismo, el clima seco comenzó a secar los pozos de agua que utilizan muchas familias en las zonas rurales, así como los tajamares y arroyos, razón por la cual varios productores deben esforzarse para conseguir agua destinada a sus hatos de ganados.