La huelga del campo como medida de protesta por el aumento de impuestos a las exportaciones del sector -incluso del 45 por ciento-, ha comenzado a sentirse en algunos supermercados de Buenos Aires. En plena Semana Santa las góndolas presentan un aspecto desolador: ausencia o escasez de, entre otros productos, carne, leche y aceite.
El diario «Clarín» publicaba ayer un informe con material gráfico donde recogía la falta de alimentos en los barrios de clase media y baja. Grandes cadenas como Carrefour o Día sufren el mismo desabastecimiento que comercios locales o tiendas chinas, un fenómeno muy extendido.
En Coto, una de las tiendas más populares en Argentina, un cartel advierte: «Estimado cliente, máximo tres unidades de aceite de mezcla y girasol por compra». En la carnicería otro aviso similar anuncia: «Lamentamos la falta de carne por el hecho de dominio público». La situación es similar en otros locales donde el racionamiento alcanza a pollos, leche y sus derivados. En este caso, o no hay oferta o sólo se encuentran dos marcas.