Canarias, que no tiene petróleo ni economía independiente, sino que depende de los vaivenes de la economía de la metrópoli, va a sufrir las consecuencias en estos próximos años, ya que petróleo más caro significa repercusiones sobre todos los productos de importación, de los transportes aéreos y marítimos y, en una palabra, de la economía del archipiélago. Si Canarias sigue a remolque de la economía española, las consecuencias van a ser terribles, pues, por lo menos en los próximos 6 años, el precio del barril seguirá subiendo y la OPEP no lo va a bajar puesto que los precios de los materiales con que las compañías petroleras extraen y comercializan el oro negro también seguirán subiendo y el dólar, por otro lado, no tiene tendencia a estabilizarse.