El Bt es una bacteria llamada Bacillus thuringiensis que produce proteínas que son tóxicas para muchas especies de insectos. En las tareas agrícolas para combatir las plagas que dañan a los cultivos de col, papa y maíz, desde hace 40 años se emplea la proteína insecticida de la bacteria del suelo.
Para ello, los genes que producen la toxina son introducidos en el cultivo a través de vectores, que son organismos capaces de introducir genes en la planta. De este modo, la planta exhibirá la misma habilidad para producir la toxina, tal como lo hace la bacteria Bacillus thuringiensis, produciendo su propio insecticida. El Bt se puede encontrar en el suelo de casi todo el mundo.
El maíz Bt es un maíz transgénico o genéticamente modificado que produce en sus tejidos proteínas Cry. Así, cuando las larvas del barrenador del tallo intentan alimentarse de la hoja o del tallo del maíz Bt, mueren.
Los beneficios que presenta el maíz Bt se centran en la posibilidad que tiene el agricultor de cultivarlo sin emplear insecticidas, sin embargo los grupos ecologistas siguen siendo contrarios a este tipo de cultivos, por considerar que dañan al medio ambiente y a la salud. Por el momento, no hay pruebas científicas que así lo demuestren, sin embargo, la polémica continúa.
Para ello, los genes que producen la toxina son introducidos en el cultivo a través de vectores, que son organismos capaces de introducir genes en la planta. De este modo, la planta exhibirá la misma habilidad para producir la toxina, tal como lo hace la bacteria Bacillus thuringiensis, produciendo su propio insecticida. El Bt se puede encontrar en el suelo de casi todo el mundo.
El maíz Bt es un maíz transgénico o genéticamente modificado que produce en sus tejidos proteínas Cry. Así, cuando las larvas del barrenador del tallo intentan alimentarse de la hoja o del tallo del maíz Bt, mueren.
Los beneficios que presenta el maíz Bt se centran en la posibilidad que tiene el agricultor de cultivarlo sin emplear insecticidas, sin embargo los grupos ecologistas siguen siendo contrarios a este tipo de cultivos, por considerar que dañan al medio ambiente y a la salud. Por el momento, no hay pruebas científicas que así lo demuestren, sin embargo, la polémica continúa.