
Aunque la agencia holandesa reconoce que la utilización de biocarburantes de segunda generación se podría considerar como sostenible en el caso de que se basara en productos de desecho, tampoco la ven siempre como la mejor opción desde un punto de vista ecológico. La apuesta del informe se dirige hacia las nuevas tecnologías aplicadas a los motores (pilas de combustible, hidrógeno, coches híbridos o completamente eléctricos). “Teniendo en cuenta la necesidad de alternativas sostenibles en el transporte, es fundamental aprovechar al máximo las oportunidades que ofrecen estas opciones”.
Fuente: energias-renovables.com