viernes, 30 de mayo de 2008

Alimentos campesinos para México. El hambre no espera

Campaña Nacional "Sin maíz no hay país"
Posicionamiento en relación a las medidas anunciadas por el presidente Felipe Calderón "Acciones en Apoyo a la Economía Familiar" el pasado 24 de mayo de 2008.
No a la economía del objeto sino a la economía del sujeto. Lo que la sociedad necesita no es un libre mercado sino una sociedad libre. Libre y justa. De modo que habrá que contravenir al mercado cuando haga falta con tal de garantizar la justicia y la libertad. Esto se llama economía moral en contraposición a la desalmada dictadura del toma y daca. Frente a un capitalismo contrahecho y vicioso es necesario restituir la preeminencia de los acuerdos sociales sobre la maquinaria productiva. Es forzoso restablecer la economía moral".Armando Bartra
I. Las medidas de Calderón autoritarias, continuistas, tardías e ineficaces para frenar el alza de los alimentos y los insumos agrícolas
Después de año y medio de negar la existencia de la crisis alimentaria en México, el gobierno de Felipe Calderón reconoce tardía y superficialmente la realidad de la carestía y sus graves impactos socioeconómicos para nuestro país.
De enero de 2007 a la fecha, los precios de los alimentos se han incrementado en más del 70% afectando severamente la economía y la nutrición de la mayoría de las familias mexicanas. Este hecho -negado una y otra vez por el presidente y los secretarios de Agricultura, Economía y Desarrollo Social- se presenta en un marco de estancamiento de la economía nacional, crecimiento de la dependencia de las importaciones agroalimentarias, disminución del poder adquisitivo de los salarios y la existencia de 60 millones de mexicanos que sobreviven en condiciones de pobreza, 20 millones que padecen desnutrición y anemia; y 35 millones con obesidad.
Como es claro, el incremento de los precios de los alimentos ha causado enormes sufrimientos a las familias mexicanas, principalmente a las de más bajos ingresos, y continuará provocando un aumento en la malnutrición (desnutrición, anemia, obesidad) y la pobreza, mientras no se enfrenten las causas estructurales, de fondo, de la crisis alimentaria en México y en el mundo.