martes, 9 de noviembre de 2010

Pedro Molina afirma que ha habido muy pocos políticos en Canarias que hayan apostado por el sector agrario

Desde su punto de vista, cuando compramos queso canario hacemos posible la pervivencia del sector en las islas. En
este sentido, explica que cuando se creó hace 12 años la quesera de Benijos se pensó en ese objetivo y hoy en día se
recoge leche de 120 ganaderos y con esa leche se elabora el queso de la marca Benijos, con cuyas ventas se paga la
leche adquirida a esos ganaderos que no sólo mantiene su producción sino que además mantienen puestos de trabajo.
Pero es más, con la venta de la producción de quesos se paga el sueldo de las 50 personas que trabajan para la
quesera, a lo que hay que añadir que la comida que los animales de esis ganaderos consumen, hace que en la fábrica
trabajen 13 personas específicos para ello, veterinarios que trabajan nada más para tener un programa preventivo de
enfermadades.
Pedro Molina llama la atención sobre el hecho de que si sacamos la cuenta, llegamos a la conclusión de que los 5
millones de euros que factura la Cooperativa La Candelaria por vender queso da para mantener 277 empleos fijos. Pero
si se hace un análisis de lo que rodea al sector en Canarias y tenemos en cuenta la competencia desleal aducida al
comienzo de la intervención, en el sentido de la importación en el régimen específico de abastecimiento de productos que
vienen de Holanda o del norte de la península y que generan 18 millones y medios de kilos de queso, que si se
produjeran en Canarias, generarían 4.500 ó 5.000 puestos de trabajo. ¿Ese mensaje lo entienden los políticos? Algunos lo entienden, la mayoría no.